La influencia de las particiones verticales en el confort de una vivienda
Una de las premisas que ha calado en el imaginario colectivo tras la llegada del coronavirus es la necesidad de espacios interiores que ofrezcan confort y salubridad.
El periodo de confinamiento que trajo consigo la pandemia ha servido para valorar aspectos de la vida cotidiana que antes no estaban sobre la mesa. Así, una de las premisas que ha calado en el imaginario colectivo tras la llegada del coronavirus es la necesidad de espacios interiores que ofrezcan confort y salubridad.
Por ejemplo, estancias bien iluminadas, con varias entradas de luz natural y que permitan la renovación del aire, así como con paredes que consigan aislar térmica y acústicamente, se ha convertido en una prioridad tanto para aquellos propietarios que se plantean ejecutar una reforma de su vivienda como para aquellas personas que adquieren una vivienda de obra nueva. Además, este último grupo demanda cada vez más espacios que garanticen una óptima calidad constructiva.
Aislar nuestra casa de los ruidos tanto internos como externos, así como disminuir la transmisión de calor entre los diferentes espacios constructivos es una tarea complicada, pero actualmente en el mercado hay muchos materiales y sistemas que contribuyen a reducir este problema.
Garantizar la salud de los inquilinos
Con respecto a las particiones verticales u hojas interiores de fachadas, el sistema constructivo MURALIT, de paredes de SUPERENVÀ y con revestimiento de placa de yeso laminado, que aúna las ventajas de ambos sistemas, es uno de los más eficaces, ya que contribuye a garantizar la salud de sus inquilinos y proporciona al mismo tiempo unos acabados perfectos.
En este sentido, las paredes cerámicas, gracias a su inercia térmica, ofrecen mayores prestaciones que otras paredes más ligeras a la hora de mantener estable la temperatura interior a lo largo del día, reduciendo la oscilación térmica de estas estancias y manteniendo, así, la temperatura ambiente dentro del intervalo de confort para el usuario. Por su parte, las distintas soluciones MURALIT proporcionan una adecuada protección frente al ruido, alcanzando un aislamiento acústico que varía entre los 54 dBA hasta los 70 dBA, consiguiendo altos niveles de aislamiento entre espacios, asegurando el descanso y el bienestar.
Por último, su capacidad para regular la humedad ambiente evita la aparición de moho y malos olores, tan perjudiciales para la salud, y posibilita la construcción de edificios sostenibles y sanos, sin problemas de toxicidad ni alergias, ya que los ladrillos huecos de gran formato que conforman el sistema son productos de una gran durabilidad que han sido fabricados a partir de materiales naturales a través de un proceso de producción energéticamente eficiente y respetuoso con el medioambiente, tal y como demuestra su Declaración Ambiental de Producto (DAP).
Al prescribir sistemas de tabiquería como MURALIT, además de contribuir a la regulación de la humedad y la temperatura y de transmitir una sensación de seguridad y solidez, se creará un ambiente interior que mejorará la salud de sus inquilinos, tanto física como mental.
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